La entidad CHA-EMT está promoviendo la creación de “espacios de protección climática” y la conservación de la flora en las zonas urbanas

TERUEL, 17 (EUROPA PRESS)

La candidatura de CHA-EMT al Ayuntamiento de Teruel impulsará una Ordenanza de Protección del Arbolado Urbano para crear “refugios climáticos” y proteger el arbolado urbano.

El objetivo es que “no se vuelvan a reproducir situaciones desagradables como la recientemente vivida en la calle de San Vicente de Paúl”, así como implementar el Plan de Acción que planifique los Objetivos de Desarrollo Sostenible y de la Agenda Urbana en la ciudad de Teruel y sus barrios rurales, de tal forma que exista un protocolo que dirija “tanto las actuaciones municipales, como las de empresas y particulares, para evitar el deterioro del medio ambiente”.

Ante el calentamiento global, para Zésar Corella, candidato de CHA-EMT, “es preciso multiplicar las superficies verdes” creando en la ciudad de Teruel unos “refugios climáticos” que ayuden, desde un punto de vista urbanístico, a “paliar las consecuencias de las olas de calor que se nos avecinan”.

Para Zésar Corella complementariamente “también resulta necesario iniciar un proceso de educación, formación y concienciación de toda la ciudadanía sobre la necesidad de introducir profundas transformaciones en los actuales hábitos de producción y consumo”.

Como actuaciones concretas, CHA-EMT ha recomendado reforestar y mejorar los suelos mediante un plan de recuperación del entorno, dedicando especial atención a los montes públicos de propiedad municipal, con el desarrollo de un plan a cuatro años para su mejora y conservación con empleo de especies autóctonas, y desarrollo del Plan Director de Zonas Verdes y Montes del término municipal de Teruel para la protección del patrimonio forestal.

También, iniciar los procedimientos oportunos para solicitar la protección de dos parajes singulares del término municipal de Teruel: la Rambla de Barrachina y su entorno, y el camino natural del Río Guadalaviar, entre el barrio de San Blas y la presa del Arquillo, susceptibles ambos ser declarados monumentos naturales o paisajes protegidos.

Asimismo, redactar proyectos para la mejora de los espacios degradados, como lo son de manera especial las laderas de la ciudad. “Consideramos prioritario intervenir en las del parque perimetral del Polígono Sur y en algunas zonas del parque periurbano de Las Arcillas para atajar los efectos de la erosión”.

Otras propuestas son la plantación de arbolado en los márgenes del camino que une Dinópolis y la Fuente Cerrada, así como la instalación de algún banco de descanso en el recorrido, junto con alguna fuente y crear un vivero municipal de especies locales –hortícolas y frutales– que sirva como base para las intervenciones programadas en materia de reforestación, en colaboración con otras instituciones como el Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria.

Por último, incrementar notablemente el arbolado y ajardinado del centro histórico, particularmente en las plazas que puedan ser objeto de reforma, como es el caso en estos momentos de la plaza de la Marquesa.