El talentoso pianista de Zaragoza, Pedro Carboné, quien fue alumno de la renombrada Pilar Bayona, nos dejó el pasado lunes a la edad de 62 años en la localidad de Alicante, tras haber sufrido un derrame cerebral.
El legado artístico de Carboné no solo se vinculó a su tiempo con Bayona, sino que su desarrollo musical también estuvo influido por figuras de renombre como Leon Fleisher, Eugene Istomin y Maria Canals. A través de su trayectoria, Carboné abrazó un amplio repertorio que abarcó diversas composiciones, resaltando su perspectiva única en relación a destacados compositores españoles como Esplá, Falla y Albéniz. Su interpretación brillante y emotiva dejó una huella indeleble en estas piezas.
Además de su enfoque en la música española, Carboné realizó una valiosa contribución al mundo de la música clásica al grabar una colección integral de los Estudios de Chopin, entre otros discos que testimonian su virtuosismo y pasión por el arte del piano.
La partida de Pedro Carboné deja un espacio vacío en el panorama musical, pero su legado perdurará en las notas que interpretó y en la influencia que dejó en las futuras generaciones de pianistas. Su pasión, dedicación y maestría seguirán siendo recordadas por quienes tuvieron el privilegio de escuchar su música y experimentar la profundidad de sus interpretaciones.
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