ANDORRA (TERUEL), 15 (EUROPA PRESS)
La localidad turolense de Andorra ha retumbado durante la Rompida de la Hora, en la media noche de este Jueves Santo, con el estruendo de los tambores y bombos y la emoción ha continuado al descender al Cristo en la Procesión de las Antorchas que ha cobrado un significado especial después de dos años de pandemia.
Este Jueves Santo al atardecer ha tenido lugar, de siete a ocho de la tarde, los cambios de guardia de los soldados romanos en la iglesia parroquial y a las 20.00 horas se daba inicio la procesión “Del Silencio”. El origen de su nombre, reside en el silencio que se decretaba en Jueves Santo.
En esta procesión participan todas las cofradías, excepto La Piedad, El sepulcro y El Cristo de los Tambores y Bombos. Por tanto, han desfilado por las calles de la localidad los pasos de la Cofradía de la Entrada de Jesús en Jerusalén “La Burrica”, la Cofradía de la Oración en el Huerto “El Angelico”, Cofradía de Nuestro Señor atado a la columna “El Melero”, Cofradía de Jesús Sentenciado a Muerte, Cofradía de La Verónica, Cofradía de María Magdalena, Guardia Romana”Penitentes”, Cofradía del Nazareno, Cofradía de San Juan, y Cofradía de la Virgen de los Dolores “La Dolorosa”. Han cerrado la procesión las autoridades y la Banda de Música Municipal.
Cerca de la media noche se ha llenado la plaza del Regallo de Personas ataviadas con sus túnicas y sus tambores y bombos. A las 24.00 horas, tras el sonido de la corneta entonado por Ángel Villanueva, el alcalde de Andorra, Antonio Amador, ha dado el primergolpe al bombo, en el balcón de la casa parroquial. Con este toque se ha iniciado el acto de la Rompida de la Hora, uno de los actos más esperados por los andorranos.
Desde este momento, hasta el Sábado Santo, el estruendo de los tambores y bombos resonarán en la villa andorrana, que es una de las que conforman la Ruta del Tambor y el Bombo.
Precisamente, los tambores y bombos han continuado tocando toda la noche durante la Procesión de las Antorchas que sube hasta la ermita de san Macario, a las dos de la madrugada. El estruendo de los tambores y bombos solo callan en el momento en el que se saca al Cristo de los Tambores y Bombos de la ermita de San Macario y se le lleva hasta el centro del parque, donde el párroco recita una oración y al finalizar se vuelve a escuchar el sonar de los palillos y las mazas.
Acto seguido, comienza el descenso, desde San Macario, del Cristo de los tambores y bombos en la tradicional Procesión de las Antorchas hasta la Iglesia, ha informado el Ayuntamiento de Andorra en una nota de prensa.
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