Con el inicio del fin de semana llega el tiempo libre y la incertidumbre sobre que hacer. Para los que busquen tranquilidad y conexión con el medio ambiente, la provincia de Teruel es su destino. Un espacio geográfico repleto de bosques y formaciones rocosas, que harán las delicias del amante a la naturaleza.
Pinares de Rodeno
Este maravilloso paraje se compone de un extenso pinar ubicado sobre areniscas de color vino. Estas presentan formas como como callejones, torreones, abrigos, rocas en seta. Asimismo, por la zona oeste del paisaje, la caliza sustituye a la arenisca, mostrando zonas de barranco. Otro de los atractivos del lugar se encuentra la cantidad de especies que lo habitan: águilas reales, búhos, halcones peregrinos, ciervos, corzos y culebras.
Laguna de Gallocanta
La imponente laguna de Gallocanta se abre paso entre las comarcas de Campo de Daroca y Jiloca con una extensión de 7 kilómetros y medio de longitud y una anchura de dos kilómetros y medio. Es uno de los ecosistemas más importantes y característicos del continente europeo, gracias a la infinidad de aves que residen en ella. Miles de grullas escogen este lugar cada otoño, pudiendo albergar hasta 60.000 ejemplares.
Ruta de Puertos de Beceite
Entre los Puertos de Beceite, el más conocido es el del Parrizal, un paisaje repleto de paredes de piedra al filo del río Matarraña. Una ruta en el que atravesar los numerosos puentes que atraviesan dicho cauce fluvial y donde disfrutar vistas del barranco, así como la de Les Gubies, unas increíbles agujas de piedra.
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