
En el juicio celebrado en la Audiencia Provincial de Zaragoza, se abordó un caso de supuesto abuso sexual con penetración ocurrido en octubre de 2019. Una menor acusó a su compañero de gimnasio de mantener relaciones sexuales con ella aprovechándose de su estado de ebriedad después de beber juntos unas cervezas. Este caso destaca por las contradicciones en los testimonios de ambas partes.
Los hechos ocurrieron el 9 de octubre de 2019, cuando la joven acusó al encausado, M. M., de 49 años y nacionalidad española, de llevarla a su casa para recoger una cuerda para hacer ejercicios físicos. Sin embargo, ambas partes presentaron versiones completamente opuestas de lo sucedido.
El acusado sostuvo que la joven lo contactó esa mañana y que solo tomaron una cerveza en su casa después de hablar sobre temas sexuales. Según su relato, la joven se desnudó y mantuvieron relaciones sexuales consensuadas.
Por otro lado, la chica argumentó que tomaron varias cervezas, y que se sintió desinhibida y confundida debido al alcohol. Afirmó que el acusado la manipuló para que se quitara la camiseta y luego la penetró sin su consentimiento.
Las pruebas periciales revelaron la presencia de ADN del acusado en la joven, lo que agregó más complejidad al caso. El fiscal y la acusación particular solicitaron una condena de ocho años de prisión por un delito de abuso sexual con acceso carnal y compensaciones económicas para la víctima. Por su parte, la defensa solicitó la absolución del acusado, argumentando que la joven dio su consentimiento para las relaciones sexuales.
Este caso destaca la importancia del consentimiento en los casos de abuso sexual y la complejidad de determinar los hechos en situaciones donde existen contradicciones en los testimonios de las partes involucradas
- Te recomendamos -