Finaliza el Curso de conservación y restauración de Metales de la Fundación Santa María de Albarracín

ALBARRACÍN (TERUEL), 4 (EUROPA PRESS)

El Curso de conservación y restauración de Metales de la Fundación Santa María de Albarracín ya ha finalizado, tras abordar cuatro piezas, incluida la custodia principal de la catedral. Han sido tres semanas de actividad teórica-práctica, bajo la formación y dirección de la técnica del Instituto de Patrimonio Cultural de España, Soledad Díaz.

El trabajo aplicado se ha centrado en la restauración y conservación de cuatro importantes piezas del tesoro catedralicio, expuesto en el Museo Diocesano. Son tres Sacras de plata, con marco de madera, y la formidable custodia principal de la Catedral, elementos integrantes de la sala de orfebrería de este Museo Diocesano, todos ellos pertenecientes al siglo XVIII, han explicado la fundación en una nota de prensa.

La custodia en concreto es una “soberbia pieza barroca”, tipo sol, de plata sobre dorada y con cruz de remate guarnecida de esmeraldas igual que su viril, este de oro circundado por rayos de esmalte coloreado y adornado por setenta y dos esmeraldas cuadradas. Se alza sobre una peana de madera dorada, también dieciochesca y complemento imprescindible para desempeñar adecuadamente su cometido procesional.

Procede de Méjico, país al que emigró la familia ganadera de los Monterde y Antillón, quien encargo esta pieza, en 1714, para regalo al cabildo catedralicio de la ciudad, al que se le entregó tres años más tarde.

PROCESO

El proceso de restauración de estos elementos ha sido complejo. Se comenzó por el análisis detallado de las piezas y su estado de conservación, para pasar, a continuación, a un trabajo de minuciosa limpieza, precedida de las pruebas pertinentes que permitan concretar el limpiador adecuado.

En general, además de la grasa de recubrimiento, había que eliminar los sulfuros procedentes de la plata, que en el caso de la custodia atraviesan la cara porosa de su acabado superficial en oro, dándole un aspecto negruzco que tiende a ocultar la calidad del bien.

Se finalizó con una capa de protección más estable, con un barniz sintético determinado. La custodia fue previamente desmontada para someter cada uno de los elementos integrantes a este procedimiento de restauración, teniendo en cuenta que casi toda la pieza ha sido fundida, excepto la base que aparece tallada, con incisiones buriladas de detalle, de manera que la corrosión ha resultado más dominante en este elemento.

La fundación ha indicado que, con este curso, se ha iniciado la vigésimo cuarta edición del los Cursos de Conservación y Restauración de Albarracín, que proseguirán desde el próximo lunes, 9 de mayo, con el destinado a la conservación y restauración de encuadernaciones, y después el de retablos, con el que finalizará la primera parte de este ciclo formativo para especialistas. Esta actividad se lleva adelante gracias a la colaboración del Instituto Aragonés de Empleo y el Instituto del Patrimonio Cultural de España.