En un día marcado por la tristeza, la comunidad religiosa y los habitantes de Lecina lamentan profundamente la pérdida del reverendo don Macario Olivera Villacampa, quien falleció a la edad de 85 años el pasado martes, 12 de septiembre.
Nacido en Lecina el 12 de mayo de 1938, don Macario dedicó su vida al servicio religioso y dejó una profunda huella en la comunidad. Fue ordenado sacerdote en Zaragoza el 22 de julio de 1962 por Monseñor Morcillo González, y desde entonces desempeñó numerosos roles en la Iglesia y la comunidad.
Durante su sacerdocio, fue profesor en el Seminario y capellán del Santo Cristo entre 1962 y 1964. También sirvió como viceconsiliario de la rama de hombres de Acción Católica durante ese período. Posteriormente, en octubre de 1964, viajó a Roma para continuar sus estudios religiosos. A su regreso, ocupó el cargo de secretario de la Vicaría de Pastoral de 1967 a 1968 y luego se desempeñó como coadjutor de Jesús Nazareno.
Don Macario fue un asesor religioso activo de la Asociación Cabezas de Familia y director de los cursillos de Cristiandad. Además, durante su tiempo como canciller-secretario general del Obispado desde 1968 hasta 1981, desempeñó un papel esencial en la administración de la Iglesia local.
El reverendo también compartió su sabiduría como profesor de Religión en el Colegio Universitario y sirvió como párroco en diversas localidades, incluyendo Sangarrén, Ola, Fañanás, Quicena, Igriés y Arascués.
La partida de don Macario Olivera Villacampa deja un profundo vacío en la comunidad religiosa y en las vidas de quienes tuvieron el privilegio de conocerlo y recibir su guía espiritual. Su legado perdurará como un ejemplo de devoción y servicio a Dios y a la comunidad.
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